Lo que hay en un rincón de mi mente

Tengo el orgullo de poder decir que la persona más importante en mi vida fue un verdadero heroe.
Un hombre que con cada palabra, me enseñó a ser lo que soy ahora.
Un hombre que por 65 años, se dedicó a vivir sus sueños y a hacerlos realidad.
Un hombre por el que yo daría la vida.
Un hombre que aunque ya no esté conmigo, en este mundo, lo está a cada minuto en mi corazón,
en mi mente, en mi alma.
Un hombre al que le dedico este blog.
Un hombre al que yo prefiero decirle papá...

30.4.15

El avioncito

Siempre escribo al final del mes sin darme cuenta. Ha sido un mes super intenso, un mes de retos empezados y triunfos logrados; pero también de muchas pruebas y momentos de angustia que hasta hoy sigo pasando. La salud no ha "primado" en este abril, pues hace 2 semanas los bebes están con una gripe que se complicó un poco y parece no querer soltarlos. La impotencia que siento es realmente enorme. 

Pero a pesar de las trabas, fue un buen mes. Crecimos un poco más juntos y conocimos más de cada uno. Salimos a pasear y entendí que al menos Marcel heredó algo muy característico de ti. Me di cuenta cuando al sacarlo del coche lo primero que miró fue ese avión a control remoto que volaba a la distancia. No había forma de hacer que su mirada se despegara del cielo. Subía y bajaba aterrizando de a poquitos y sis ojos no lo soltaban hasta que estuviese totalmente apagado. La primera vez pensé que era coincidencia y que solo le llamó la atención por ser algo nuevo. Lo llevé a pasear un poco más lejos y ahora ya miraba los árboles y los pajaritos. Se sorprendió con la inmensidad del mar que podía verse a lo lejos, igual que Naelle, pero no paró a detalle como con el avioncito.

Nos sentamos en el pasto sobre una manta a disfrutar el momento de a cuatro y de pronto algo lo absorbió de nuevo en el aire. No podía tomar fotos mirando a la cámara porque sus ojitos apuntaban hacia arriba. Y nada ni nadie lo hacía voltear. Era el avión lo que ocupaba el 100% de sus pensamientos de bebito en ese momento.


Seguro Naelle también sacará algo de ti. Ojala no sea tu amor por los dulces y más bien saque tus ganas de hacer deporte y correr por todos lados. Creo que eso ya se está viendo porque es una bebita que no tiene paz. Ese día del paseo, no podía dejar de mirar a la gente y reírse haciendo ruidos con su boca. 

Luego ya para tomarnos una foto en familia, no me di cuenta sino hasta que llegamos a la casa que sin duda eres tú quien estaba presente también esa tarde. Ahí a lo lejos, arriba de la foto, estoy segura que estabas tú cuidándonos en representación de ese avioncito que parecía irse con el viento.

Y es que el abuelo siempre será abuelo. Por más que viva, unos cuántos miles de kilómetros para arriba.



El heroe de mi vida